El Aborto y el Control de la Natalidad

La Ética del Ser y del No Ser

La cuestión de Ser está sujeta al don de poseer inteligencia, que es atributo del espíritu, antes que a la realidad funcional de la expresión racional del Ser, por cuanto esta expresión de su inteligencia está condicionada a la perfección o imperfección de su instrumento sensorio-cerebral, que el derecho ético del Ser no depende de las capacidades expresivas de su inteligencia, sino del hecho concreto de poseer un espíritu o alma.

El feto es Ser cuando deja de ser embrión y esto sólo sucede cuando se ha producido la posesión total del espíritu sobre la materia embrionaria.

Toda interrupción del proceso fetal es un atropello al derecho de Ser, de existir y de experimentar vivencias en pro de un conocimiento evolutivo de lo que es la naturaleza creadora de Eón de Inteligencia Eterna.

El no Ser está condicionado a su realidad de no poseer espíritu o alma, tal como sucede en el período primario del embrión antes de constituirse en feto, y como también sucede en los procesos de procreación embrionaria en probetas, e inclusive, en los casos en que utilizando óvulos o espermatozoides humanos se propicie su desarrollo embrionario y fetal fuera del claustro materno.